Se lleva a cabo con intervención profesional dirigida a personas a quienes el consumo aún no afecta de manera importante su esfera bio-psico-social, actuando como prevención a las adicciones o en un momento determinado deteniendo el deterioro que por sí mismo provoca el consumo consuetudinario.
La adicción, entendida como la dependencia física y/o psíquica-emocional a una o diversas sustancias, acciones, conductas, etc., y dentro de su concepción como “enfermedad”, tiene orígenes multifactoriales.
Básicamente, por las características propias de la adolescencia. Sabemos que es un período de inestabilidad, de búsqueda y de cambios.
El consumo activo de las drogas crea cambios en el cerebro, incluye las partes del cerebro que nos permiten ejercer el autocontrol.